28 de mayo de 2017

Nantucket acabado

Bienvenidas a este domingo de cielos nubosos y temperatura fresquita después de una semana de calor infernal en Madrid. Espero que estéis disfrutando de este mes de mayo tan atípico.

Los últimos días los he dedicado a terminar el cojín que decidí hacer con la labor Nantucket. No es que la costura se me de especialmente bien, pero me apetecía hacer un dúo con otro cojín para poner en mi cama, además la temática es la misma. Marinera.


Ya veis que es muy simple y por detrás va una tela sin florituras tampoco.


Y es que cuando no sabes, creo que lo mejor es no complicarte.

Lo que sí he hecho es poner algunos charms.


Un ancla muy marinera cerquita de mis iniciales y el año de finalización.


Y la libélula que pongo en casi todas mis labores y es mi insecto favorito.


Y así quedan todos juntos sobre mi cama.

Feliz domingo y hasta el próximo proyecto.

18 de mayo de 2017

Posavasos de ganchillo

Un regalito de cumpleaños atrasado.


Tanto mi padre como su mujer cumplen años en abril, con poquitos días de diferencia. Y haciendo memoria, tengo que decir que pocas veces les he regalado alguna cosa que haya hecho yo misma. Por ello, en lugar de comprarles algo, me puse manos a la obra.


Seis me parecían pocos y doce demasiados, así que tejí ocho. Cuatro colores y dos de cada uno de ellos. 


Para atarlo todo junto, el último trocito de cinta Tilda amarilla que me quedaba y una etiqueta troquelada con la libélula. Mi insecto favorito.


Y por si os gusta la labor, aquí os dejo el gráfico que encontré en Pinterest.

Nos leemos y apurar el fin de semana.


11 de mayo de 2017

Té con Jane Austen

Cuando solo hace unas semanas escribía mi última entrada y en ella anunciaba que no volvería a escribir sobre el Nantucket hasta que estuviera terminado, poco me imaginaba que no lo haría durante casi cuatro meses. Si tengo que explicar ahora porque... no podría decirlo ya que, objetivamente, no me ha sucedido nada por lo que tuviera que alejarme de este mundo virtual.

De hecho, tras un fin de año muy difícil donde seguí publicando, enero y los meses que le siguieron fueron bastante tranquilos. Por lo que si he de achacarlo a algo, probablemente deba hacerlo a la simple desidia. Con mayúsculas. Pero, como dije que cuando acabase el Nantucket lo enseñaría, aquí estoy. Enseñándolo.



Que no se diga que no cumplo.

Todo este tiempo transcurrido lo he dedicado a tirar trastos, llevar a cabo mi primer proyecto de restauración de muebles (nada impresionante pero muy trabajoso) leer libros nuevos y acabar alguno que se había atascado, mimar a los míos y tomar alguna decisión vital. Y cuando escribo vital no me refiero a temas de gravedad capital, sino a esos propósitos que afectan a tu vida y que, a veces, se posponen o arrinconan sin saber porque. Han sido varios, pero contarlos todos sería farragoso.

Dejémoslo en que no me voy a hacer un tatuaje y que voy a beber más té. Solo.

Aviva el fuego y cierra las ventanas, 
Corre las cortinas, dale la vuelta al sillón
y mientras el agua hierve, silva la tetera
lanzando su columna de vapor,
las tazas brindan sin embriagarse.
Nosotros recibamos la noche en paz.

The Task: the winter evening -  William Cooper