18 de diciembre de 2012

¡A ver si apuntas!

¿Qué les pasa a los hombres que no son capaces de acertar con un chorrito del diámetro de un pipo de limón en un agüjero del tamaño de un... inodoro? Ya sé, ya sé... es una de esas preguntas que no tienen respuesta. Es una tara genética.

El problema es que les pasa desde pequeñitos, porque mi pizquita que aún no ha cumplido los seis años, no atina ni a la de tres. Un día, ya harta de decírselo, le seguí al baño por la mañana y comprendí lo que ocurre. Y es que claro, no puede uno atinar si resulta que orinas mientras te estás estirando, bostezando o rascándote el trasero... a dos manos. Mientras, salva sea la parte de su anatomía, bailaba cual manguilla de bomberos descontrolada rociando por doquier.

Y es que por más que limpies, mi baño huele a orín. Lo fregaba de arriba abajo y a la media hora entraba... y olía. No soporto el olor de la legía y con los limpiadores habituales... nada. Hasta que me metí en internet y comencé la búsqueda. Entre tanta información, creo haber encontrado la solución.


Limones. Pero no así en bruto. Hay que hacer un cocimiento que lleva, 1/2 l. de agua del grifo. En ella cocemos la peladura de un limón grande o de 2 pequeños. Cuando haya hervido un ratito (3 minutos), lo retiramos del fuego y dejamos que se temple. Retiramos las cáscaras de limón, colamos y se le añade 6 c. soperas de vinagre blanco y 3 de borax. Verter en un spray, agitar y usar como limpiador en las partes problemáticas. El resultado tiene un color que... bueno, aquí tenéis una foto.


Pero va fenomenal, y no sólo para el inodoro. Lo utilicé hasta en la bañera y quedó brillante. Después, para reforzar, fregué el suelo con agua y un buen chorro de vinagre de limpieza. A mi me funciona y el olor a orines se ha ido por completo.

Otro gran desodorizante es el bicarbonato. Una vez seco el suelo, espolvoreé un poco alrededor del inodoro y lo dejé actuar como un cuarto de hora. Es cierto que ya no olía a nada, y así siguió hasta el día siguiente que volví a repasarlo. Desde entonces han pasado cuatro días y, aunque cada día le doy una pasadita, no ha vuelto el olor.

Nota: todas las formulas de productos de limpieza o cuidado personal que publico en este blog, están probadas por mi y mi familia. A nosotros nos van bien, lo cual no quiere decir que sean buenas para todo el mundo, si te apetece probarlas, eres libre de hacerlo pero bajo tu propia responsabilidad. Un beso.

                                  

7 comentarios:

Srta. Moneypenny dijo...

Mira tía es que yo tampoco lo entiendo, y si no atinas que se sienten¡ y mi hijo juega a la nintendo mientras hace pis, solo con eso ya te puedes hacer una idea, o pasa cromos, o lucha con un vengador... en fin... hombres.
Tía eres la maritruquis me mola mogollón eres la enciclopedia de los trucos.

MARIA CRISTINA dijo...

Una solución fantástica !!!!
Ya he pasado esa etapa...y te imaginas la lucha que ha sido con tres niños...:)
Una abrazo enorme y muy buen comienzo de año!!!!

Contrastes-Rosa Mª dijo...

Gracias por la receta, es bueno saberlo, pues hombressssss, que no atinan, felices fiestas:)

Toffe dijo...

Juassssss... Es una idea estupenda!!!
Y sí... parece mentira, la verdad ;))))

Un besote, guapa.

Maria Cocoon dijo...

Jajaja...genial, genial, genial, una entrada genial. Y se hacen mayores y siguen sin aprender. Yo también odio el olor a orina.
Bss.
Mercedes.

margal dijo...

jaja, esto pasa hasta en las mejores familias.
Me apunto la receta para probarla.


saludos

Raquel Blasco dijo...

Suelo leer casi todo lo que publicas, pero hoy ¡¡me he muerto de la risa!! porque hace dos días tenía yo esta misma conversación con mi madre y ya te digo yo ¡¡que este remedio tengo que probarlo!!

¡¡Feliz Navidad!!